Lunes, 1 de diciembre.

"Me encanta hacerte hueco en mi vida, en mi rutina, que te fusiones con mi día a día. Es tan desconcertante y tan familiar a la vez... Y no, no me preguntes porqué, yo tampoco lo sé. No sé porque siento que estoy en casa cuando te tengo cerca, pero es así. Eres casa, eres mi casa."

"Odio los días en que mi humor se compagina con el tiempo, porque siento que el mundo me está diciendo que me ve, que me siente, que me acompaña. Y no me gusta, porque al fin y al cabo el mundo no es nada, por muy conjunto que sea, por mucha gente que englobe. Cuando pienso en el mundo pienso en abstracto; en nadie. Y cuando pienso en nadie (el mundo) me siento sola, porque qué el mundo se dé cuenta de cómo me siento es abstracto. Es afirmar que realmente solo el mundo (nadie) se fija en mí."

Martes, 4 de noviembre.

"Cuando te miro siento que todo se detiene. Lo que está a mi alrededor, lo que está bajo mis pies, yo misma. Y siento que me detengo porque me quedo atrapada mientras te miro, si, como un insecto en una telaraña. Examino tu cuerpo, tus rasgos característicos, y me detengo en tus ojos. Incluso ahora, a estas alturas, me cuesta pararme a mirarlos con precisión. Creo que dicen tantas cosas que tengo miedo de descifrarlos. ¿Y si los descifro y dejas de ser un misterio para mí? ¿y si lo que descifro no me gusta? ¿o si lo que descifro si me gusta?. Prefiero mirarlos a ratos, de forma espontánea, de vez en cuando. Me reconforta saber que sin descifrarte del todo estás aquí, conmigo."